Las tuberías sin costura utilizadas en entornos hostiles se enfrentan a diversos tipos de corrosión, lo que afecta su longevidad y rendimiento.
Corrosión por picaduras: Ataque localizado, común en entornos con alto contenido de cloruro (p. ej., perforación marina).
Agrietamiento por tensión por sulfuro (SSC): Se produce en aplicaciones de gas agrio con H₂S.
Corrosión por erosión: El fluido a alta velocidad provoca desgaste mecánico y químico sinérgico.
Uso de materiales aleados: Aceros inoxidables dúplex y tuberías revestidas con inconel.
Tratamientos superficiales: Recubrimientos epóxicos, tratamiento con fosfato de zinc.
Protección catódica: Sistemas de ánodos de sacrificio para tuberías submarinas.
Industrias más afectadas:
Plantas de desalinización (alta exposición a cloruros).
Plantas de procesamiento químico (entornos ácidos).